El pasado fin de semana se jugó en Buenos Aires el Torneo Nacional de Scrabble 2008, durante los días 18, 19 y 20, en el Centro Cultural Borges de Galerías Pacífico.
Tuve la enorme suerte de que mis vacaciones de invierno coincidieran con la fecha del torneo y la fortuna de haber podido viajar a este inolvidable encuentro anual de jugadores de Scrabble. Dado que el Club de Scrabble Santa Fe todavía está en su fase de organización, aún no hemos jugado presencialmente por lo cual estaba muy entusiasmado ante la posibilidad de pasar un fin de semana jugando partidas sobre tablero con los mejores jugadores del país. Al igual que en el año 2006, cuando participé del evento por primera vez, fui recibido con gran calidez por todos y pasé unos días muy agradables compartiendo mi pasión por Scrabble con esta gran comunidad.
Jugué 12 partidas del total de 14 programadas. Quedé libre en una oportunidad por haber una cantidad impar de jugadores y, debido a un profundo agotamiento mental, decidí no jugar la última partida de las siete del día sábado. Había llegado muy cansado del viaje y descansado mal la noche anterior, por lo que la maratónica jornada me dejó extenuado, sobre todo por no estar acostumbrado a jugar tantas partidas seguidas sobre tablero. De las 12 partidas perdí 11, pero disfruté cada una de ellas. Desde luego, no puedo atribuir esto a la mala suerte, sino a mi falta de práctica, experiencia y a unas cuantas malas decisiones y jugadas.
Las derrotas son las mejores maestras, y luego del torneo me tocó hacer una autocrítica y a proponerme una lista de cosas a mejorar con entrenamiento. Aquí van algunas de las que, creo, fueron las principales causas que me llevaron a perder las partidas:
- Falta de seguridad en las palabras de 3 letras: Si bien estudié la lista de palabras de 3 antes del torneo, la verdad es que no conseguí erradicar las dudas a la hora de jugar. Me encontré en varias oportunidades absteniéndome de hacer jugadas valiosas ante la duda de si podía enganchar o jugar en paralelo formando alguna palabra de 3 letras, de cuya existencia no estaba tan seguro.
- Desaprovechamiento de atriles que en el futuro podrían haberse convertido en scrabbles: Teniendo buenas letras, excepto una o dos que me impedían formar algún scrabble, y no sabiendo qué jugar, las usaba en jugadas de bajo valor en el tablero.
- Cerrar el tablero cuando tenía que abrir: Muchas veces, cuando estuve 100 puntos atrás o menos del oponente y aún con posibilidades de ganar con algunas jugadas valiosas, cerraba inexplicablemente el tablero en vez de abrir lugares para jugar futuros scrabbles.
- Vocabulario limitado en comparación a los demás jugadores: En las charlas entre partidas, o mirando los tableros de las primeras mesas, escuchaba y veía palabras cuya existencia desconocía y que para la mayoría eran sobradamente conocidas y muy valiosas.
- Reexploración constante del tablero por falta de fijación: No retuve muy bien las posiciones estratégicas del tablero, lo que en cada jugada me llevaba a recorrer visualmente el tablero completo buscando oportunidades, llevándome a perder demasiado tiempo y quedándome siempre con la sensación de que había una jugada mejor que no veía.
- Incapacidad de mantener ventajas: En varias partidas estuve primero en puntaje durante la mitad, pero siempre terminaba ampliamente superado en los últimos turnos, por no tener experiencia en encontrar buenas jugadas en tableros cerrados.
- No seguir atentamente las letras jugadas: Esto me costó quedarme con una Q al final del juego en una oportunidad y a no poder cerrar bien la partida en muchas otras.
- Jugar nervioso por falta de experiencia y con miedo a que se terminara el tiempo de la partida.
- Fatiga por falta de práctica sobre tablero.
Como conclusión, participar del Torneo Nacional me ha enriquecido muchísimo y me ha dejado muchas enseñanzas. Pero sobre todo, me ha estimulado a estudiar y practicar más, para poder mejorar, día a día, mi juego.
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