miércoles, 3 de septiembre de 2008

La Q

Sin lugar a dudas, esta letra tan particular, odiada por muchos y temida por otros, la hermana más conflictiva de la familia, merecía un apartado propio. Estoy seguro de que si le preguntara a cualquier jugador de Scrabble qué ficha preferiría no sacar de la bolsa durante una partida, muy probablemente respondería: “la Q”.

Una letra problemática y con una fuerte dependencia

La razón por la cual esta letra resulta tan problemática en muchas partidas de Scrabble es la regla sintáctica de nuestro lenguaje que determina su absoluta dependencia la U, haciéndola más difícil de jugar que el resto de sus compañeras de la bolsa. Si tenemos en cuenta que sólo hay 5 fichas U por partida (más dos comodines que podrían convertirse en ellas), y que, salvo en casos excepcionales, la Q no puede jugarse en paralelo a otras palabras, resulta evidente que mientras más avanzada la partida y más cerrado el tablero, más peligrosa se vuelve tenerla en nuestro poder. Como corolario, aunque las U son en mi opinión las vocales menos versátiles, conviene pensar detenidamente en cómo jugarlas sobre el tablero si la Q todavía no ha aparecido, ya que si tenemos la mala suerte de sacarla en un turno sin tener en el tablero ni en el atril compañeras disponibles, podría costarnos un turno de cambio. En cuanto a estos últimos, si tenemos una U en el atril y vamos a cambiar, deberemos pensarlo dos veces antes de tirarla a la bolsa, ante el riesgo de obtener una Q. Por todo esto, es bueno, si es posible, procurar jugar nuestras U de manera de dejarlas en una posición abierta del tablero o donde pueda jugarse una Q lo más fácilmente posible, sobre todo si vamos atrás en puntaje o la partida es reñida. En caso de que llevemos bastante ventaja o sepamos sobre el final que el contrincante la tiene en su atril, podríamos pensar en hacer exactamente lo opuesto, cerrando los lugares en donde pudiera colocarse.

Sacarle ventaja, si podemos

Una Q, en un momento oportuno, es tan ventajosa como cualquier otra letra de mediano valor. Sin embargo, la mayor parte de las veces llega inesperadamente en el turno menos indicado, arruinando nuestro atril, y en el peor de los casos (por suerte no tan frecuentemente), llevándonos a perder la partida. En general, si tenemos una Q en el atril junto con una U, o si hay una U libre en el tablero, lo más indicado es jugarla inmediatamente, aunque no aprovechemos del todo su puntaje con multiplicadores. Mientras antes podamos sacárnosla de encima, mejor, pero siempre intentando, de paso, hacer la jugada más ventajosa posible. Definitivamente hay una buena cantidad de palabras de 7 u 8 letras que la contienen, y con un poco de suerte, podremos formar buenos scrabbles o también aprovechar su puntaje con multiplicadores de letra y/o de palabra.

¿Cambiarla o no cambiarla?

Cuando nos llega una Q y no hay sitio donde jugarla hay que pensar bien cómo hacer para deshacerse de ella sin que nos cueste perder ventaja o retrasarnos demasiado con respecto a nuestro oponente. Habrá que evaluar qué diferencia de puntos existe entre los dos, en qué momento de la partida estamos, cuán abierto está el tablero, etc. Si podemos, puede resultar una buena estrategia hacer una jugada por más de 30 puntos y dejar la Q en el atril si es que hay buenas probabilidades de recibir una U en el próximo turno. En todo caso, siempre tenemos la opción de cambiar luego, si el oponente no nos abre un sitio en el tablero o no conseguimos una U de la bolsa y el atril luce mal. En el caso contrario de no poder jugar por una buena cantidad de puntos y ante un atril relativamente balanceado frente a un tablero abierto, es probable que quedarnos con la Q no resulte una buena idea, ya que nos impedirá hacer scrabbles, sobre todo al comienzo de la partida.

El papel de la Q sobre el final

Sobre el final de una partida reñida en la que todavía no ha aparecido, la Q podría jugar un papel importante en la decisión del resultado, sobre todo si los jugadores hacen seguimiento de las fichas e intentan dejar al rival con la Q sin lugar en el tablero para colocarla. Si llegamos al final y tenemos la certeza de que el otro jugador tiene la Q, nos conviene cerrar las posiciones en el tablero en donde pueda llegar a jugarla, ya que si logramos dejarlo con esta letra, automáticamente nos sumaremos 10 puntos de diferencia al final de la partida.

Estudiar listas de palabras con Q

Si bien lo más común es utilizarla con letras I o E (casos donde la U es muda), también pueden formarse palabras con A o con O donde la U se pronuncia. Estas palabras son un legado del latín, aunque hay sólo tres realmente útiles en Scrabble: quáter, quásar, quórum. También existe quark, pero no sirve por razones obvias. También hay otras demasiado largas o que tienen más de una q.

Estudiar listas de palabras con Q es una buena manera de mejorar considerablemente nuestras posibilidades de sacarle partido y librarnos más fácilmente de ella. Cierro el artículo con una lista de palabras de tres, cuatro y cinco letras con Q.

Poco tiempo atrás, Adelaida publicó en su blog EscribeScrabble un artículo muy bueno dedicado a la letra Q, así que me despido dejándoles aquí el enlace por si todavía no lo han leído.

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