Scrabble tiene grandes dosis de estrategia, pero también un importante componente de azar. Cada vez que buscamos fichas en la bolsa, la suerte puede o no acompañarnos, pero es claro que en el segundo caso no podemos cruzarnos de brazos y depender de buenas rachas para ganar partidas. Debemos ser capaces de revertir hasta los atriles más desventajosos en atriles ganadores, contrarrestando el peso del azar con estrategia, lógica y cálculo de probabilidades. Podríamos llamar a esta técnica o arte “Administración del Atril”.
Mantener el atril balanceado
El objetivo de la Administración del Atril es mantener atriles saludables o balanceados durante casi toda la partida. Repasando lo que decía en el artículo anterior, se dice que un atril está balanceado cuando la cantidad de vocales y consonantes está distribuida uniformemente entre ambos grupos. Los dos casos en los que el atril se encuentra más balanceado es cuando tenemos 3 consonantes y 4 vocales o 4 consonantes y 3 vocales. En este caso, es prácticamente seguro que tenemos un scrabble, por lo cual hay que buscarlo cuidadosamente a pesar de no sea obvio a primera vista.
Por el contrario, un atril desbalanceado es aquel que se aproxima a los extremos en donde todas las letras son vocales o constantes haciendo que sea casi imposible formar una jugada que nos de una cantidad razonable de puntos. Por ejemplo atriles como: AAEEEJU, o CFJMUSV.
Es importante notar que si bien es probable que estos atriles nos impidan hacer jugadas valiosas, también puede darse el caso de que haya una buena oportunidad sobre el tablero que permita sextuplicar el valor de nuestra letra J anotándonos así 52 puntos y justificando el hecho de seguir con el atril desbalanceado otra jugada más. En esos casos particulares, conviene más hacer la jugada aprovechando la oportunidad antes que considerar el atril desastroso que seguramente tendremos para el próximo turno, donde muy probablemente tengamos que recurrir a un cambio.
El objetivo de la Administración del Atril es mantener atriles saludables o balanceados durante casi toda la partida. Repasando lo que decía en el artículo anterior, se dice que un atril está balanceado cuando la cantidad de vocales y consonantes está distribuida uniformemente entre ambos grupos. Los dos casos en los que el atril se encuentra más balanceado es cuando tenemos 3 consonantes y 4 vocales o 4 consonantes y 3 vocales. En este caso, es prácticamente seguro que tenemos un scrabble, por lo cual hay que buscarlo cuidadosamente a pesar de no sea obvio a primera vista.
Por el contrario, un atril desbalanceado es aquel que se aproxima a los extremos en donde todas las letras son vocales o constantes haciendo que sea casi imposible formar una jugada que nos de una cantidad razonable de puntos. Por ejemplo atriles como: AAEEEJU, o CFJMUSV.
Es importante notar que si bien es probable que estos atriles nos impidan hacer jugadas valiosas, también puede darse el caso de que haya una buena oportunidad sobre el tablero que permita sextuplicar el valor de nuestra letra J anotándonos así 52 puntos y justificando el hecho de seguir con el atril desbalanceado otra jugada más. En esos casos particulares, conviene más hacer la jugada aprovechando la oportunidad antes que considerar el atril desastroso que seguramente tendremos para el próximo turno, donde muy probablemente tengamos que recurrir a un cambio.
Las letras que quedan son tan importantes como las que se juegan
Debemos pensar cada jugada como formada por dos partes: lo que jugamos sobre el tablero y las letras que quedan en nuestro atril. A veces podremos hacer muchos puntos sobre el tablero pero dejar un resto de letras que nos aseguren un pésimo atril para el siguiente turno. Este caso nos deja dos opciones para el futuro inmediato: cambiar (con lo cual perdemos el turno y no sumamos puntos) o hacer jugadas de bajo valor limitadas por el atril malo, perdiendo así el beneficio de los puntos extra de la anterior jugada. A veces, es más recomendable hacer un poco menos de puntaje y dejar una cantidad pareja de vocales y constantes para aumentar nuestras posibilidades de obtener un atril balanceado en la próxima jugada. Ejemplo: supongamos que tengo el atril TALLSSTU y puedo jugar TALLA o TALLAS con una A en el tablero y obteniendo doble valor palabra. Siendo que la S solo me aportará dos puntos adicionales, ¿me conviene jugarla o dejarla? Si fuera la única S convendría dejarla por el valor que tiene para formar palabras y hacer ganchos. Pero como ya hay 2 S el atril quedaría mejor con TUS, abierto a la posibilidad de quedar balanceado en el recambio de fichas.
Debemos pensar cada jugada como formada por dos partes: lo que jugamos sobre el tablero y las letras que quedan en nuestro atril. A veces podremos hacer muchos puntos sobre el tablero pero dejar un resto de letras que nos aseguren un pésimo atril para el siguiente turno. Este caso nos deja dos opciones para el futuro inmediato: cambiar (con lo cual perdemos el turno y no sumamos puntos) o hacer jugadas de bajo valor limitadas por el atril malo, perdiendo así el beneficio de los puntos extra de la anterior jugada. A veces, es más recomendable hacer un poco menos de puntaje y dejar una cantidad pareja de vocales y constantes para aumentar nuestras posibilidades de obtener un atril balanceado en la próxima jugada. Ejemplo: supongamos que tengo el atril TALLSSTU y puedo jugar TALLA o TALLAS con una A en el tablero y obteniendo doble valor palabra. Siendo que la S solo me aportará dos puntos adicionales, ¿me conviene jugarla o dejarla? Si fuera la única S convendría dejarla por el valor que tiene para formar palabras y hacer ganchos. Pero como ya hay 2 S el atril quedaría mejor con TUS, abierto a la posibilidad de quedar balanceado en el recambio de fichas.
Cada jugada implica un cambio de letras
Tenemos que pensar cada jugada como una oportunidad de renovar las fichas de nuestro atril sin perder el turno. Esto posibilita deshacernos de las letras que nos estorban o desbalancean el atril jugándolas en el tablero en la mejor posición posible y sin perder el turno. Esto tampoco justifica jugadas muy pobres o que puedan ponernos en desventaja. Idealmente, deberíamos hacer no menos de alrededor de 20 puntos con las letras que queremos descartar de nuestro atril para cambiarlas así por otras más ventajosas. Si las letras que nos están molestando no pueden jugarse en el tablero por una cantidad decente de puntos o la jugada no tiene un valor estratégico adicional que la justifique, deberíamos pensar seriamente en hacer un cambio. Ejemplo: Tengo este atril muy desbalanceado pero con letras valiosas: YLATSHZ. Es el comienzo de la partida y juegan SACUDON. Tengo dos opciones, o puedo cambiar para ver si obtengo un scrabble o hacer una jugada con las letras que me complican el atril por la mayor cantidad de puntos posible. Como más vale pájaro en mano que cien volando, aprovecho a jugar HOZ sobre la O situando la H y la Z en las casillas de doble valor letra por 29 puntos. Me quedo con el atril YLATS que si bien no promete mucho para el próximo turno, es mejor que el que tenía.
Tenemos que pensar cada jugada como una oportunidad de renovar las fichas de nuestro atril sin perder el turno. Esto posibilita deshacernos de las letras que nos estorban o desbalancean el atril jugándolas en el tablero en la mejor posición posible y sin perder el turno. Esto tampoco justifica jugadas muy pobres o que puedan ponernos en desventaja. Idealmente, deberíamos hacer no menos de alrededor de 20 puntos con las letras que queremos descartar de nuestro atril para cambiarlas así por otras más ventajosas. Si las letras que nos están molestando no pueden jugarse en el tablero por una cantidad decente de puntos o la jugada no tiene un valor estratégico adicional que la justifique, deberíamos pensar seriamente en hacer un cambio. Ejemplo: Tengo este atril muy desbalanceado pero con letras valiosas: YLATSHZ. Es el comienzo de la partida y juegan SACUDON. Tengo dos opciones, o puedo cambiar para ver si obtengo un scrabble o hacer una jugada con las letras que me complican el atril por la mayor cantidad de puntos posible. Como más vale pájaro en mano que cien volando, aprovecho a jugar HOZ sobre la O situando la H y la Z en las casillas de doble valor letra por 29 puntos. Me quedo con el atril YLATS que si bien no promete mucho para el próximo turno, es mejor que el que tenía.
Renovación del atril
Mientras más letras juguemos por turno, más fichas nuevas pasarán por nuestro atril. Esto significa que tendremos más oportunidades de obtener comodines o letras de alto valor durante la partida. Este es un principio simple pero a la vez importante.
Mientras más letras juguemos por turno, más fichas nuevas pasarán por nuestro atril. Esto significa que tendremos más oportunidades de obtener comodines o letras de alto valor durante la partida. Este es un principio simple pero a la vez importante.
Aumentar las probabilidades de obtener un scrabble balanceando el atril
Para alguien que esté jugando sus primeras partidas competitivas, o que juegue de vez en cuando en el living de su casa, colocar un scrabble en el tablero durante una partida puede ser grandioso, pero lo cierto es que para un jugador más avanzado colocar al menos tres por juego es casi una obligación que generalmente cumple con holgura. ¿Por qué esta gran diferencia?
Durante mis primeras partidas competitivas me preguntaba frecuentemente cómo era que los jugadores avanzados lograban hacer tres o cuatro scrabbles todas las partidas, mientras que a mí con suerte me tocaba uno. Más allá de mis limitaciones en conocimiento de lenguaje y en habilidades estratégicas con respecto al oponente, tenía que haber algo más. No podía ser tan sólo buena suerte o gran habilidad anagramando. Fue después de un tiempo que me di cuenta de que lo que les permitía jugar tantos scrabbles era en gran parte una asombrosa capacidad de administrar sus atriles.
Hay grupos de letras que parecen combinarse muy bien con otras para dar lugar a muchas palabras de siete u ocho letras. Teniendo esto en cuenta, y después de mirar atentamente nuestro atril, podremos distinguir cuales son las letras que deberíamos conservar para poder tener una buena oportunidad de conseguir uno o varios scrabbles en el próximo turno. Por ejemplo, los restos AINR y EDOS tienen altas probabilidades de producir un scrabble con las nuevas letras.
Para alguien que esté jugando sus primeras partidas competitivas, o que juegue de vez en cuando en el living de su casa, colocar un scrabble en el tablero durante una partida puede ser grandioso, pero lo cierto es que para un jugador más avanzado colocar al menos tres por juego es casi una obligación que generalmente cumple con holgura. ¿Por qué esta gran diferencia?
Durante mis primeras partidas competitivas me preguntaba frecuentemente cómo era que los jugadores avanzados lograban hacer tres o cuatro scrabbles todas las partidas, mientras que a mí con suerte me tocaba uno. Más allá de mis limitaciones en conocimiento de lenguaje y en habilidades estratégicas con respecto al oponente, tenía que haber algo más. No podía ser tan sólo buena suerte o gran habilidad anagramando. Fue después de un tiempo que me di cuenta de que lo que les permitía jugar tantos scrabbles era en gran parte una asombrosa capacidad de administrar sus atriles.
Hay grupos de letras que parecen combinarse muy bien con otras para dar lugar a muchas palabras de siete u ocho letras. Teniendo esto en cuenta, y después de mirar atentamente nuestro atril, podremos distinguir cuales son las letras que deberíamos conservar para poder tener una buena oportunidad de conseguir uno o varios scrabbles en el próximo turno. Por ejemplo, los restos AINR y EDOS tienen altas probabilidades de producir un scrabble con las nuevas letras.
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