sábado, 23 de agosto de 2008

Administración del Tiempo


En general, las partidas competitivas de Scrabble en los campeonatos se juegan con un tiempo acotado a 25 minutos por jugador. Se utilizan relojes de ajedrez, de manera que al terminar de hacer su jugada, el jugador detiene su reloj con una pulsación, iniciando automáticamente el contador de su oponente. De esta forma, mientras cada participante respete su tiempo total para la partida, puede distribuirlo y usarlo según más le convenga. Algunos turnos pueden jugarse en segundos, mientras que otros pueden requerir unos cuántos minutos para encontrar una jugada de buen puntaje y que a su vez favorezca lo menos posible al rival. Cuando un jugador se pasa de los 25 minutos que le corresponden para la partida, recibe una penalización de 10 puntos por minuto excedido. Esto quiere decir que una mala administración del tiempo puede costarnos la partida, por lo cual es importante saber qué turnos merecen más tiempo de pensado, en cuáles hay que jugar más rápidamente y evaluar el uso del tiempo de acuerdo a la situación en que nos encontremos.

En las partidas presenciales en general, si no se utiliza reloj, hay un tiempo razonable implícito que puede tomarse cada jugador para evaluar sus posibilidades. No podemos tomarnos todo el tiempo del mundo en cada turno y retrasar la partida indefinidamente. Es por eso que muchos jugadores principiantes se ponen nerviosos al jugar presencialmente cuando no encuentran ninguna jugada y comienzan a notar la impaciencia y la cara de fastidio en el rival.

Estructurar el juego

Una buena manera de utilizar nuestros turnos es seguir una secuencia de pasos de análisis para ordenar nuestro pensamiento y encontrar buenas jugadas más fácilmente. Esta secuencia de pensamiento dependerá de la estrategia del jugador, de su forma de ver el juego, y podrá ir variando de acuerdo al estado de la partida para adaptarse a las distintas situaciones.

Primero es necesario destacar que contamos con el tiempo de pensado del rival para estudiar nuestro atril en busca de scrabbles o explorar posibilidades en el tablero. Es decir, no debemos comenzar a pensar una vez que nuestro turno comienza, sino antes, mientras nuestro oponente evalúa su próximo movimiento. Es en esos momentos donde podremos estudiar el atril y el tablero en busca de oportunidades sin costo de tiempo alguno.

Una posible manera de estructurar nuestro pensamiento en cada turno puede ser la siguiente:
  • Evaluar el balanceo del atril.
  • Si está balanceado, anagramar las letras en busca de scrabbles.
  • Si no está balanceado y no podemos realizar alguna jugada ventajosa en el tablero, evaluar la posibilidad de hacer un cambio a través de la bolsa o descartando las letras en una jugada sobre tablero.
  • Si decidimos cambiar, pensar cuáles fichas descartar y cuales dejar en nuestro atril apuntando a mejorar nuestras posibilidades de obtener un scrabble o de aprovechar una buena posición en el tablero en el próximo turno.
  • Si vamos a jugar,
  • Decidir si queremos abrir o cerrar el tablero y evaluar nuestra situación de juego.
  • Estudiar la posibilidad de ocupar casillas con premio sobre el tablero y buscar la mejor combinación posible.
  • De las mejores jugadas que hemos pensado, elegir la más conveniente y jugar.
Ésta es una posible secuencia de pasos a seguir para jugar nuestro turno, pero cada jugador puede estructurar su juego de acuerdo a sus tiempos de pensado, prioridades y visión del juego. Lo importante a destacar aquí, es que si seguimos un criterio analítico para estructurar nuestros turnos seremos capaces de administrar nuestro tiempo de una manera más eficaz y eficiente.

Rapidez de análisis

Cada uno de los pasos mencionados anteriormente requiere, además, rapidez de análisis. Esto se logra sólo a través de un entrenamiento constante e intensivo y aplicando técnicas que agilicen nuestro juego. Ya hemos visto cómo decidir cuándo cambiar y qué fichas cambiar para mantener nuestro atril balanceado. Ya hemos visto como anagramar las letras de nuestro atril con técnicas para agilizar la búsqueda del scrabble. Ya hemos tratado el tema de exploración del tablero y búsqueda de posibilidades así también como la elección de la mejor jugada posible de acuerdo a un pensamiento estratégico. Por lo tanto, solo queda mencionar y resaltar en este apartado la importancia de aplicar todas estas técnicas y de agilizar su uso con la práctica para poder hacer un uso óptimo de nuestro tiempo.

Distribución de los tiempos

En este apartado, me referiré a cómo se distribuye el tiempo total de la partida entre un jugador y otro y, también, a cómo se distribuye el tiempo de cada jugador entre sus turnos.

Con respecto a cómo los jugadores se distribuyen el tiempo total de partida, es importante tener en cuenta que mientras más rápido hagamos nuestra jugada, menos tiempo tendrá nuestro oponente para pensar la suya, por lo que tendrá que usar más segundos de su reloj. A su vez, necesitamos aprovechar al máximo el tiempo de reloj del otro jugador para planear nuestro próximo movimiento. Estas dos cosas pueden lograrse en simultáneo agilizando nuestro juego. Por un lado estaremos jugando más rápido y obligando al oponente a usar su tiempo para pensar y por otro lado podremos aprovecharnos de esto para tener más tiempo ajeno para armar nuestra jugada. Esto resultará en una agilización de nuestros turnos y en una mayor demora en las jugadas del oponente, manteniendo así un círculo de retroalimentación a nuestro favor.

La otra distribución de tiempo que existe es entre el tiempo total de un jugador y sus turnos. La experiencia nos dirá en qué turnos utilizar más tiempo y en qué otros agilizar nuestras jugadas. Hay algunos casos en donde conviene analizar bien la próxima jugada, como cuando estamos ante un atril balanceado y un tablero abierto, o al final de una partida reñida donde deberemos cerrar en la menor cantidad de turnos posible, intentando sacar la mayor diferencia de puntaje que podamos, cerrando al mismo tiempo las posibilidades del contrincante.

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